Espacio en construcción
“ Y aquí ¡Gracias a Dios! Uno no cree en lo que oye” Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota Por Sergio Gomez Existe un periodismo de investigación y un periodismo de guerra. Quien se decida por el primero irá en busca de la verdad y aunque en su tránsito se encuentre atrapado por infinitos subjetivismos, lo que sea que venga estará dispuesto a aceptar. Quien se decida por el segundo emprenderá el primer sacrificio del combate total; entrará en el terreno de la transmutación de los valores, de sus valores, ¡Homo homini lupus! (“El hombre es el lobo del hombre”) rugirá Hobbes, ¡retornamos al estado de naturaleza precivilizatorio! De las sangrientas reyertas y el recuerdo borroso del cadáver hediondo de la Verdad, abatida por crímenes de guerra, darán testimonio extemporáneo compungidos sobrevivientes. Y la Justicia, flamante prisionera de guerra, finalmente liberada de su oscura mazmorra en tiempos de prescripción. Quien decide el terreno donde se libra la batalla presiente la